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09 febrero 2014

HISTORIA DEL PRIORATO DE SAN ROMÁN DE MOROSO



dom Marius Férotin, Hitoire de l'abbaye de Silos, Paris, Ernest Leroux, editeur, Baigé (Maine-et-Loire), Imprimiere  Daloux, M DCCC XCVII, pp. 224-226

CAPÍTULO VI
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San Román de Moroso
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            Este priorato fue, hasta el último momento, uno de los más importantes dominios de la abadía de Silos. Se le llamaba ordinariamente el priorato de la Montaña que es el nombre de la región montañosa de la actual provincia de Santander, donde se encontraban el monasterio y sus dominios[1].  En la época en que la reina doña Urraca lo donó a la abadía de Silos, es decir en 1119, comprendía, además del monasterio de San Román de Moroso, cuyo origen desconocemos, las ocho iglesias siguientes: San Jorge de Collantes, San Esteban de Arenas[2], San Lorenzo de la Bárcena, Santa Eulalia de Villasuso, Santa Eulalia et Santa Leocadia de Bostranizo, San Pantaleón de la Hoz, Santa Eulalia de Caraveo y San Pantaleón de Celada. En otra parte hemos publicado el diploma de la reina Urraca[3].
            La mayor parte de estas iglesias, hallándose en las aldeas, eran parroquiales o no tardaron en serlo. Por tanto, los abades de Silos gozaban plenamente de la autoridad espiritual[4] al mismo tiempo que de la jurisdicción criminal y civil[5].
            He aquí algunos detalles sobre el estado del priorato a finales del siglo XVI, según un informe de la época.
            1º San Román de Moroso, cabeza del priorato, no era entonces más que una simple aldehuela, con una iglesia parroquial, y situada bastante cerca del pueblo más importante, de Bostranizo.
            2º San Pantaleón de la Hoz, llamado en estas fechas San Pantaleón de la Orden, era un modesto hospital destinado a recibir a algunos leprosos[6], y en cuya iglesia el prior debía hacer decir, todos los meses, una misa «por la fundadora, la infanta doña Urraca».
            3º En Bostranizo, donde todos los habitantes estaban sometidos a ligeras tasas reales[7] , el prior de Moroso poseía, además de la iglesia parroquial de Santa Olalla (Santa Eulalia), una capilla bajo la advocación de Santa Leocadia.
            4º Fraguas y Collantes tenían por parroquia la iglesia de San Jorge y una capilla de San Cipriano (San Cebrián).
            5º Arenas poseía dos parroquias, la principal, San Esteban, pertenecía a la abadía de Silos[8] , y la otra, San Juan, a la orden de San Juan de Jerusalén. Los fieles estaban obligados a asistir a los oficios, una semana en la iglesia dependiente de Silos y la siguiente en la iglesia de la orden de San Juan. Una tercera iglesia, más pequeña, dependía de San Esteban y estaba dedicada a Santa María Magdalena.
            6º Villasuso de Aniebas tenía también una iglesia de Santa Olalla y una capilla rural o «ermita» de San Lorenzo, llamada san Llorente de la Bárcena.
            El documento que nos proporciona estos datos, y muchos otros que pasamos por alto, contiene también las ordenanzas promulgadas por los abades de Silos para la administración y el buen gobierno de estos pueblos[9].
            En 1835, el monasterio de Santo Domingo mantenía aún tres monjes en el priorato de la Montaña. Residían a título de curas, uno en Arenas[10], el segundo en Bostranizo[11] y el tercero en Villasuso.

[El capítulo ha sido traducido de la edición de la obra, Digitized by the Internet Archive in 2011 with funding from University of Toronto


EX LIBRIS
WALTER MUIR
WHITEHILL JUNIOR
DONATED BY
MRS. W. M. WHITEHILL
1979







[1] . Un escritor español de nuestros días ha hecho famoso y difundido muy lejos el nombre de este humilde trozo de tierra. Nos referimos al ilustre novelista montañés D. José María de Pereda.
[2] . De ahí la moderna denominación de priorato de Arenas.
[3] . Ver Le Recueil...,  pp. 43-45.
[4] . Una sentencia del 6 de julio de 1527 otorgada en apelación por Juan de Arciniega, prior de S. Jerónimo de Espeja (monasterio jerónimo entre Osma y Silos), declara  que el priorato de San Román de Moroso y las iglesias anexas, no deben ser consideradas como incluidas en el arciprestazgo de Cillaperril, para el pago de ayudas y otras contribuciones impuestas por Roma. La abadía de silos debe satisfacerlas por ella y sus filiaciones. La sentencia está firmada: «J. indignus prior Sancti Hieronimi». Arch. de Silos, original, D. LVIII, 63, en dieciséis hojas de papel con dos sellos chapados del prior de Espeja: en el centro S. Jerónimo sentado y leyendo; alrededor la leyenda: S. PRIOR SANCTI IERONIMI DE ESPEIA; escritura procesada). –Entre las piezas de los archivos relativas a la jurisdicción de los abades de Silos en Moroso, mencionamos los procesos verbales de sus visitas de 1547 a 1557. En ellas se encuentran los nombres de varios priores: Juan de San Millán, Juan de Orozco, etc.
[5] . Por un acta del 13 de septiembre de 1570, el monasterio de Silos cedió sus dominios y su señorío de San Román de Moroso al doctor Luis Sánchez de Bustamante  y su esposa doña Elena de Ibar por una renta anual de 10.000 maravedís (Fondo de los archivos de la Congregación de San Benito de Valladolid, t. XI, fol. 32-73, documento original. El P. Nebreda añade que el doctor Bustamante donó, además una suma de 1.200 ducados. La abadía realiza la cesión de los bienes y derechos del priorato de Moroso «porque suelen montar los gastos que se hacen en él tanto como las rentas». El acta de deliberación de la comunidad de silos sobre este asunto lleva la firma de 18 religiosos. El contrato fue aprobado por un fiat del papa Gregorio XIII fechado en Roma cerca de San Marcos el 1 de septiembre del  año 1575. (Ibid., fol. 122, original.) El señorío de Moroso volvió a Silos cuarenta y cinco años más tarde (Arch. de Silos, D. LVIII, 27 Y 41). Dos memorias sin fecha, pero que parecen, una de finales del siglo XVI, la otra de comienzos del siglo siguiente, nos proporcionan un estado de los bienes y derechos del priorato en esta época. (Arch. de Silos  D. LVIII, 62).
[6]. «Este hospital, dice la memoria, es propiamente para los enfermos del mal de San Lázaro.»
[7]. «ASTURIAS: Bostranizo. Este lugar es abadengo, del abad de santo Domingo de Silos. –Drechos del rey: dan al rey por martiniega cada año treynta maravedís y de estos treynta maravedís que lieva el rey lieva el abbad de Santo domingo el cuarto. Dan más al rey monedas e servicios e fonsaderas. –Drechos del señor: Dan por infurción al abbad cada año de cada solar media fanega de escandia o trigo, e un tocino cada uno año que hubiere monte. E danle de urción, baca o buey, o quarenta maravedís; e más que le dan mañerías.» (Libro del bezerro).
[8] . Madoz (Diccionario, T. II, p. 507, se equivoca, evidentemente, al  decir que esta iglesia de San Esteban dependía de los benedictinos de San salvador de Oña.
[9] . El original lleva la signatura  D. LVIII, 12, en los archivos de Silos. Las actas de visitas de 1615 a 1656 se encuentran en D. LVIII, 27. En D. LVIII, 17 se halla un proceso verbal de información, de 1557, constatando los derechos que tenían los abades de Silos de dirigir espiritualmente a las parroquias de San Román de Moroso. Esas parroquias eran, entonces: « San Jorge de Collantes, e Santa Olalla de Vostroniço, e Santa Olalla de la Villasuso de Aniebas, e San Esteban de Arenas, e San Pantaleon de la Hoz. Todas ellas juntamente se llaman el priorato de Moroso.
[10]. Este desempeñaba el cargo de prior. El último fue el P. José Valdés, monje muy capacitado y al que, en la época de la exclaustración, la estima de sus cofrades reservaba la sucesión del P. Echevarría como abad de Silos.
[11]. El último cura, monje de Silos, fue el P. José Orcos, [hermano del obispo de El Burgo de Osma] muerto en 1854. 

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