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26 marzo 2023

DESCRIPCIONES DE S. ROMÁN DE MOROSO III

 SANTA LEOCADIA DE HELGUERA

SAN ROMÁN DE MOROSO












ÁNGEL HERNÁNDEZ MORALES, Iglesia de Helguera (Molledo, Santander), Boletín de la Real Academia de la Historia, Tomo CXLVIII, cuaderno II, pp. 255-262, Imprenta y editorial Maestre, Madrid, 1961.[1]

[Las fotografías en blanco y negro y los planos pertenecen al texto de Hernández Morales. Las de color son actuales]

 

  

IGLESIA DE HELGUERA (MOLLEDO, 

SANTANDER)

 

 

M E M O R I A

 

    En otoño de 1959, por gestión del señor Cura Párroco de Helguera, interesado en ampliar la nave de su pequeña iglesia, tuve la suerte de topar con una fábrica ignorada del siglo X, la cual añade uno más a los cinco restos, alguno de ellos edificio importantísimo, que señalan los hitos de la Arquitectura religiosa prerrománica en la Montaña, que ayudarán a localizar la población cristiana en este tramo de la cordillera Cantábrica durante el tiempo de la Reconquista.

S. Juan de Socuevas (foto Acanto)


Sta. María de Lebeña


Sta Mª de Valverde
S. Martín de Elines
        

 

Los restos de la antigua iglesia visigoda de San Martín de Elines, la iglesia rupestre de Cadalso, ambas en el valle de Valderredible; la primera en la margen derecha y la segunda en la margen izquierda del río Ebro, separadas 1.500 metros entre sí; Santa María de Lebeña, orgullo de la arquitectura mozárabe, asentada sobre la margen derecha del río Deva, en un pequeño y hondo valle que se abre, después de cruzar viniendo desde la costa el angosto desfiladero de la Hermida, de cuyos altos bordes se desprendieron dos enormes rocas redondas de muchas toneladas de peso, que hoy yacen en el fondo del barranco y que la gente conoce con el nombre de lágrimas de don Pelayo.
    San Juan de Socueva, dos kilómetros al sur del pueblo de Arredondo, en el curso alto del río Asón, iglesia cavada en la roca, -como la de Cadalso, y reseñada por Lampérez en su Arquitectura Cristiana Española, y por último San Román de Moroso, hermana de la descubierta ahora,, aunque de mucha mayor riqueza en sus detalles y recursos constructivos.
     No he resistido a la tentación de visitar Moroso y levantar el plano de estas escondidas ruinas, después de sospechar que las descripciones que sucesivamente se han hecho de ellas estaban basadas en la visita que Amos de Escalante realizó allá por el año 1880.
    
Es muy probable que este hallazgo de Helguera no sea el último y que en mayor o menor importancia pueda continuarse completando el plano de la población de la comarca en la alta Edad Media. Es indudablemente aleccionador que en el siglo XX, en el centro de la provincia de Santander, a 500 metros de una carretera general, donde el turismo cruza a raudales durante los meses de verano, pueda descubrirse aún un baluarte de gran valor arqueológico.

Santa Leocadia en la actualidad

    Posiblemente en el siglo XVIII Helguera tuvo la oportunidad y la necesidad de ampliar naturalmente la nave de su reducida iglesia y desmontando el muro del Oeste prolongó la nave cerca de 6,00 metros, colocándose una fachada nueva en esta orientación, lo cual ha motivado que pueda haber pasado inadvertida la primitiva fábrica. El enlace de los dos muros se observa perfectamente en la fotografía 1, por la falta de alero en la prolongación.
     


Emplazamiento.

 

    El pequeño pueblo de Helguera pertenece al Ayuntamiento de Molledo; su situación geográfica es 43°, 10' y 30" de latitud Norte y 0°, 21' y 20" de longitud Oeste. La iglesia está situada sobre la margen izquierda del río Besaya a 218,00 metros de altitud, en la proximidad de la carretera general de Palencia a Santander, entre los kms. 392 y 393; queda separada 8 kms. al Sur en línea recta de San Román de Moroso, que pertenece al Ayuntamiento de Arenas de Iguña, en el límite ya con el de los Corrales de Buelna. 

    En relación con el pueblo la iglesia ha quedado situada en el extremo SE a 35,00 metros de la orilla izquierda del río Besaya.

 

Descripción de la iglesia.

 

            a) Forma y dimensiones. — La antigua nave de forma rectangular tenía una longitud de 7,18 metros y una anchura de 4,96 metros medido por el exterior; descontando el espesor de los muros la luz de la nave es de 3,76 metros con una altura de 4,85 al apoyo de la armadura. En el lado Este de la nave se encuentra el presbiterio también de planta rectangular y cuyas medidas exteriores son 3,18 metros de longitud por 3,30 metros de anchura. La luz interior de este último recinto es de 2,08 metros y su altura total de 4,15 metros a la cornisa.


            b) Estructura. — La nave está formada por muros de sillería en las esquinas, piezas de gran tamaño, con hiladas cuya altura oscila entre 31 y 45 cms. Estas se prolongan a todo el perímetro del cuerpo de la cabecera. Las líneas dibujadas en nuestros planos, que forman el despiezo de las fachadas, son reales y dan una idea exacta del aparejo. En la fachada Sur se ve claramente dónde terminaba la nave, ya que vuelve a repetirse la esquina de sillería. El paño intermedio ha sido resuelto con un sillarejo de lajas de 12 a 14 cms. de altura por 34 a 60 cms. de longitud, contrastando con el gran aparejo de las esquinas y de la cabecera.

Cabecera de Sta. Leocadia
Cabecera SE de Sta, Leocadia
























    No hay duda de que los huecos originales eran unas simples aspilleras cuyo detalle se incluye en los dibujos, huecos que han sido colocados en la moderna sacristía al norte del ábside y sustituidos por otros rectangulares en el presbiterio y por los de medio punto que se advierte en la fotografía, buscando aún mayor iluminación en la nave.

    Aparte del ábside el resto del edificio siempre se cubrió con tejado a dos aguas como lo está ahora; la altura de sus muros y su escaso espesor con ausencia de contrafuertes no permiten otro sistema de cubierta que la estructura de madera y teja curva. En cuanto al presbiterio los muros, ligeramente más gruesos que los de la nave, de menos esbeltez y de mejor aparejo permiten voltear sobre ellos una bóveda de medio cañón, de 2,08 metros de diámetro, peraltada 40 cms., algo más de la tercera parte del radio, ver fotografía 4. 

La conservación de esta bóveda es perfecta y en ello radica el principal interés de este monumento, pues en Moroso, por el contrario, se ha perdido este importante elemento.
    El recinto de la cabecera está separado de la nave por un arco de medio punto, del mismo radio que el de la bóveda, aunque sin peraltar este último. 

Arco toral de Sta. Leocadia


    En el aparejo interior del presbiterio es donde se encuentra una mayor semejanza con el sabio despiezo de San Román de Moroso.

            c) Detalles. —Tanto la nave como la cabecera en sus distintas alturas se rematan de la misma forma; una cornisa plana apoyada sobre canecillos de modillones volados 45 cms. Sobre el muro arranca la cubierta a dos aguas en ambos cuerpos.


    Hay que suponer que el nicho construido en el siglo XVIII en el lado del Evangelio sobre el muro de la nave, corresponde a la antigua puerta de la iglesia, pues aunque está al Norte es la misma disposición que tiene el único acceso a la iglesia en San Román de Moroso.
    El hueco moderno abierto, por último, en el mismo lado del presbiterio, es una comunicación con la sacristía.

 

COMPARACIÓN DE LA IGLESIA DE HELGUERA CON

SAN ROMÁN DE MOROSO


    No pretendemos una descripción de este importante edificio, el cual merece le sea dedicada una cuidadosa monografía, pero sí consideramos importante el estudio comparativo de nuestra iglesia con la que tanto se parece, aunque haya sido un pobre remedo de ella.



    Para nosotros es San Román de Moroso un ejemplo de Arquitectura meridional transplantado a la cordillera cantábrica con todas sus virtudes y realizada con todos los inconvenientes que una operación de este porte lleva consigo. Es curioso observar la rigidez y la disciplina de este transplante en el detalle de la puerta abierta al Norte. El ábside ha de mirar al Este como toda iglesia cristiana, y la puerta en el lado del Evangelio es una magnífica solución en un clima caluroso y seco; pero en la vertiente norte de la cordillera cantábrica esta solución es difícil que sea planteada por un constructor indígena, que sin duda hubiera preferido abrir la puerta en el muro de la Epístola, con lo cual el edificio mejoraría, en temples notablemente; sin embargo la puerta queda abierta al Norte. 
    Otra consecuencia que sacamos al dibujar el despiezo de la iglesia de Moroso es que el maestro, al menos, conoce técnicas totalmente extrañas a este país, circunstancias que cambia en la iglesia de Helguera. La irregularidad del despiezo sabiamente dispuesto, particularmente en los cuatro ángulos salientes de la nave y en los dos de la cabecera, con un encaje perfecto de los sillares irregulares, contrasta con la tosquedad de la sillería de Helguera que más bien parecen piedras aprovechadas de un edificio romano de mayor escala. Ver los alzados de los ábsides de ambas iglesias. La iglesia, de Helguera a nuestra impresión es la traducción al lenguaje local del modelo de arquitectura que es San Román de Moroso.
 
[La orientación izda.- dcha. del plano está al revés también en el original]


    Este tipo de despiezo a que nos referimos, que constituye la mampostería irregular concertada, no parece tener consecuencia posterior en la arquitectura española, habiendo sido introducido de nuevo en la arquitectura moderna procedente del centro de Europa. 
    Ya hemos indicado que tanto la forma como la estructura de las dos iglesias son idénticas, variando ligeramente en el tamaño y los detalles, siendo en cambio notablemente diferentes en cuanto a despiezos y a ejecución.
Fachada norte del Ábside. Moroso
Fachada norte del ábside. Helguera

La nave de Helguera tiene unas dimensiones exteriores en planta de 7,18 x 4,96 y la de Moroso 7,60 x 5,73 metros, El ábside es en Helguera de 3,18 x 3,30 y en Moroso 3,30 x 4,50 metros. 


    Las longitudes, tanto de la nave como del ábside, son por lo tanto muy parecidas, variando en cambio la anchura, 77 cms. mayor en la nave de Moroso y 1,20 también mayor el ábside de Moroso. Este muro del ábside es de 73 cms. de espesor en Moroso en lugar de 64 cms. que tenía el de Helguera. No hay que atribuir por lo tanto la ruina a defectos de proyecto ni de construcción, ya que los muros han permanecido intactos al caer la bóveda.
    Probablemente fuera en el siglo XVIII cuando se construye en Moroso una espadaña en el muro de la cabecera del ábside; a pesar de ello este elemento extraño al tipo de esta iglesia no parece que pueda haber alterado la estabilidad de la bóveda; sin embargo puede haber sido la causa de humedades, ya que interrumpe el tejado. Además de la espadaña se observa que ha sido desmontado el ángulo SE del ábside, lo cual sí es suficiente para que se haya producido la caída de la bóveda. 
    Posteriormente a la visita de Amós de Escalante y a la obtención de las fotografías que se guardan en los archivos del Centro de Estudios Montañeses, obtenidas a fines del siglo XIX, han sido desmontados los arcos y columnas, tanto de la entrada como del arco triunfal, existiendo en el suelo y en las cercas de alrededor los fustes de medias columnas y los capiteles, pero en cambio no hemos identificado las dovelas de los arcos; aunque nos cuesta trabajo pensar que hayan sido sacadas estas piezas de los alrededores del emplazamiento por la enorme dificultad del transporte, es muy posible que con cuidadosa búsqueda de estas piezas en las cercas inmediatas a la iglesia, diera como resultado la obtención de la totalidad de las piezas de este rompecabezas.
    Incluimos en nuestros planos los detalles del despiezo de alguno de los ángulos de San Román de Moroso con las cotas de sus sillares para dar una idea exacta de este primoroso aparejo, que no tiene más que un débil reflejo en el interior del ábside de Helguera. 
    En cuanto a los arcos de herradura que aparecen en las fotografías antiguas de la iglesia de Moroso, no tenemos nada parecido en Helguera si no fuera la puerta original desaparecida y que a nuestro juicio fue sustituida por un nicho barroco. 
Arco toral de Moroso a principios de s.XX
Arco toral de Sta. Leocadia
    El arco triunfal es totalmente diferente en ambas iglesias, pues mientras en la de. Moroso es un arco de herradura idéntico al de la puerta de entrada a la nave, en la de Helguera es un arco de medio punto en la fachada a la nave, mientras que al interior del ábside se dobla con otro peraltado más de un tercio del radio. 

    La forma de trazado de los arcos de Moroso, al menos en lo que puede deducirse de las fotografías, es una circunferencia exacta, tanto en el arco que formaba la puerta de entrada a la nave, como el arco triunfal, del cual únicamente ha quedado en su sitio uno de los capiteles. 
    Cuando se obtienen las fotografías a fines del pasado siglo se ve claramente que la bóveda ha desaparecido, así como los fustes que sostienen los capiteles donde se apoyaba el arco de herradura. 
    Incluimos por último en los planos el detalle del despiezo en los ángulos salientes, tanto de la nave como de la cabecera, haciendo votos para que este edificio de gran valor histórico y artístico sea reconstruido cuanto antes, reuniendo las piezas que aún hoy día pueden encontrarse en los alrededores, antes que algún avispado anticuario encuentre la manera de transportarlas.

Santander, octubre de 1960.



[1] . La Memoria que se publica bajo este título la envió su autor, el arquitecto don Ángel Hernández Morales, a la Comisión Mixta organizadora de las provinciales de Monumentos artísticos e históricos, para informarla de la importancia de los notabilísimos edificios santanderinos de las iglesias de Helguera y de San Román de Moroso. El señor Hernández Morales acompañaba a su trabajo buen número de ilustraciones fotográficas. La Comisión creyó conveniente remitir la memoria a la Real Academia de la Historia para que pudiera publicarse en su Boletín la información literaria y gráfica de los dos monumentos, con el fin de hacerla llegar al conocimiento de los interesados en la materia.

 

Modillones Sta. Leocadia

Modillones S. Román de Moroso

     Ángel Hernández Morales describe en la Memoria dos iglesias prácticamente gemelas, muy próximas en cuanto a distancia, que prácticamente nunca se relacionan, es más, la iglesia de Sta. Leocadia de Helguera pocas veces se menciona como ejemplar mozárabe o de repoblación de la región. 

    Sin embargo, descartados los añadidos en la cola de la nave, la sacristía y la anulación de la antigua puerta de entrada en Helguera, las dos tienen la misma estructura: nave y ábside de dimensiones parecidas, salvo quizá en altura, igual ubicación de la entrada, idénticos puntos de iluminación, a pesar de los diferentes retoques que han sufrido los de Helguera, similares elementos de sustentación de las cubiertas y hasta el mísmo númerode modillones: nueve en la nave y cinco en la capilla. 

    En cuanto al arco toral, es evidente que el de Helguera está retocado hacia abajo a partir de la dovelas largas que figuran en ambos lados y que donde ahora aparece un arco de medio punto hubo un arco de herradura y hasta es posible que la forma de herradura se prolongara por la capilla de la cabecera. 

    En la cabecera se hallan las dos diferencias más chocante, pero fácilmente explicables: los aparejos son bastante diferentes, sorprendiendo la calidad y homogeneidad del de Helguera como si aprovechara material de un noble edificio anterior, como dice Hernández. La espadaña es añadido medieval en Moroso, eso es seguro, y no del siglo XVIII.

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